Para dirigirse a las audiencias claves y disminuir la dependencia de los cookies de terceros, The Telegraph plantea a sus anunciantes crear bases de datos que puedan ser alimentadas en conjunto. Este esfuerzo por encontrar formas seguras de llegar a segmentos específicos del mercado ha sido denominado The Telegraph Unity. Se traduce en que el editor y los anunciantes carguen sus datos por separado a una especie de “búnker”, para luego usarlos de forma estratégica en la orientación de los anuncios.